miércoles, 14 de septiembre de 2016

El Llorón del Piedemonte

El payador apostilla a un personaje vernáculo que en estos días salió a hacerse el honesto en un medio dependiente.


La honestidad no se declama, se ejerce. (Proverbio dorreguino)


Qué maravillas que tiene
la montaña mendocina.
Siempre surge algún portento
de sus laderas divinas.
Naides nos podrá negar
y decir que en estas tierras
no nacen cosas preciosas,
aunque a veces, es muy cierto,
no son para nada joyas.

Les estoy mentando, ahora,
mis estimaos letores,
a un personaje blandengue
que se las tira de honesto
y ha salío en estos días
a llorar a cuatro vientos.

Parece que la Justicia
que no suele ser muy justa
–aunque esta vez se portó–
le ha hecho pagar al tipo
un fangote de dinero
y el llorón, como es muy clueco,
ha salío a hacer lo que hace
siempre que pone unos pesos:
cacarear como gallina,
llorar, llorar y llorar.
Y tenemos que aguantarle
sartas de pelotudeces
y que nos quiera vender
que no paga porque debe
sino porque lo persiguen…

Mire, le voy a decir,
a usted que es un "empresaurio"
que ha hecho su dinero
esplotando y engañando,
escatimando y mintiendo,
dejesé ya de joder,
acá naides se la cree
(salvo, claro, por supuesto,
los chupamedias de siempre):
ponga lo que hay que poner
si es que lo tiene bien puesto,
y déjese de llorar
y de hacerse el más honesto.

Estas montañas conocen
sus tropelías de años,
jodiendo a los que trabajan
y choreando a dos manos.
Póngase los pantalones,
Gran Llorón del Piedemonte,
no sea cagón, reflesione,
y córtela con el verso
de la injusticia parcial:
ya sabemos que es usted
un descarado atorrante
con cara de yo no fui
luciendo sus blancos guantes.

Hasta pronto, ya me voy,
a secar los lagrimones
que salpica este crestiano,
que parece que no tiene
ni decencia ni conciencia
y encima hay que escucharlo
llorar y llorar la carta,
qué vergüenza, la verdá,
habiendo tanto pa hacer
tener que desayunarse
con este gil que parió
el piedemonte cuyano.



Setiembre de 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario