martes, 29 de octubre de 2019

Córdoba, 61%; CABA, 52%; Mendoza, 50%


El payador, esencialmente chauvinista o localista o ultramontano, se opone a la estigmatización de la provincia de Mendoza como la más conservadora del país, y señala, basado en porcentajes de votos, que la Capital Federal y la provincia de Córdoba la superan claramente.





Vuelo porque no me arrastro,
que el arrastrarse es la ruina;
anido en árbol de espina
lo mesmo que en cordilleras
sin escuchar las zonceras
del que vuela a lo gallina.
(Atahualpa Yupanqui,
El payador perseguido).




Buenas, tardes, mucho gusto…
Acá estoy, volviendo al ruedo
del octosílabo blanco
o a la copla del desierto,
los ríos y las montañas,
después de unas elecciones
con un resultado cierto,
se va Mauri, llega Alberto.

Más allá de ideologías,
si eso nos fuera posible,
quiero decir que los números
que arrojaron los comicios
hablan solos, y me animo
con planillas en la mano
a señalar a porteños
y también a cordobeses
de conservas nacionales
más fachos que los demás.


Gran alivio estoy sintiendo
viendo cómo en esos lares
Mauricio sacó más votos
que en Mendoza, en porcentaje
y en número netos, claro,
pensando en que siempre dicen
que Mendoza es la provincia
más careta del país.


No se puede, obviamente,
generalizar así,
pero tampoco se puede
hablar por puro placer
y acusar al mendocino
de pacato y conserveta
que en la Córdoba graciosa,
heroína del fernet
y cuna del cuartetazo
el divino de Schiaretti
cosechó más adhesiones,
que nadie en estas regiones.

Y sigamos con la CABA
que reeligió a Larreta.
Acá tienen, no lo nieguen,
los porteños agrandados,
dejensé de criticarnos
y reconozcan que ustedes
les guste o no les guste
son varios puntos más fachos.
(Menos mal que Kicillof
nos salvó el guiso, muchachos).


Y ya que estamos peleando
y criticando parejo,
como debe hacer un criollo
cuando habla con pendejos,
va un mensaje al menduco
o la menduca sin alma,
que se llena la bocota
con Güenosaire y dice
que se va a la Capital
porque Mendoza es muy chata.
Vean pues el escrutinio
y dejen de hablar güevadas.
O váyanse para allá,
y le ayudan a la CABA
a ser menos liberal.


Es cierto, no es un orgullo
estar prendido en el ranking
de la derecha argentina
pero no vengan entonces
cordobeses y porteños
a hacerse los más copados:
como decía mi abuela,
y por casa, ¿cómo andamos?

Ya me voy, no sé si vuelvo,
hacía como cuatro años
que no sentía esta paz,
alegría y esperanza
atravesándome el cuerpo.


Octubre de 2019.






viernes, 12 de abril de 2019

Le ha salido un Durán Barba al bueno de Hernán Cortes


El payador fustiga a un cagatintas que defiende teorías que intentan relativizar el desastre que ocasionó la invasión de Europa a la actual América.



«… Y es cierto que del día que D. Hernando Cortés, marqués del Valle, entró en esta tierra, en los siete años, poco más o menos, que la conquistó y gobernó, padecieron los naturales grandes muertes, y se les hicieron grandes malos tratamientos, robos y fuerzas, aprovechándose de sus personas y haciendas, sin orden, peso ni medida; disminuyóse la gente en gran cantidad, así por los excesivos tributos, y malos tratamientos, como por enfermedades y viruelas, de manera que en este tiempo faltó muy grande y notable parte de la gente, y en especial en tierras calientes». (Oidor licenciado Francisco Ceynos, miembro de la Real Audiencia de la Ciudad de México. Este texto data de 1565 y pertenece a un informe sobre la tragedia demográfica –eufemismo de masacre humanitaria– de la invasión de la Corona española a lo que hoy conocemos como México).



La verdá, me da tristeza
escrebir destas cuestiones
y destapar cacerolas
atestadas de mentiras,
porque muchísimas almas
murieron exterminadas
con la conquista española.

Ocurre que hace unos días
un cagatintas fachote
reveló que está seguro
que la invasión española
a lo que hoy es América
fue un bien y no fue un mal
y sandeces del estilo
que solamente un zapallo
(pido perdón a la baya
que nada tiene de malo)
puede sostener tranquilo.
y encima hacerlo sin miedo
ni ponerse colorao,
al parecer siente orgullo
(así parece que son
en todos lados los turros).

Entre sus muchos berrinches,
este muchacho perdido
y con tremendo matete
se quejó de que critiquen
a su amigo Hernán Cortés.
El mismo que llegó a México
por mandato de sus reyes
a conquistar lo que viera
e imponer sin miramientos
sus muy comprensivas leyes.

El argumento es tremendo:
«no se mató tanto», dicen,
«la leyenda negra es verso».
O sea que están admitiendo
que matarse, se mató,
pero piden por favor
que les hagamos descuento.

Ansina es que, señores
y señoras, ya lo saben:
muy tarde pero seguro
le ha nacido un Durán Barba
al exterminio español.
Es opinólogo experto,
sabe de todo y de nada
y no soporta ni un poco
que con sentido común
la machuquen sus pavadas.

Lo grave o lo más patético
es que el tipo no está solo:
al contrario, él se nutre
de una corriente que niega
el exterminio español:
se están lavando las manos
y enjuagando mucha sangre
como si fuera posible
exculpar tanta masacre.

Es más, se dice que están
organizando una gran
movida para tapar
tanta muerte ocasionada:
van nomás a postular
que a Cortés se lo declare
Premio Nobel de la Paz.
Si se lo dieron a Obama,
que mandó a matar a niños,
niñas y enteras familias
en Oriente y donde sea,
–como es deber asignado
a todo líder de OTAN–,
cómo no va a merecer
el güenazo de Cortés
un premio por su inocencia,
su templanza y candidez.

Está cantado, letores,
ha surgido botarates
que no tiene corazón,
solamente se acomodan
para decir sus sandeces
siempre cerca del poder
como cabe a defensores
del invasor. Habrían sido,
en esa época, sin dudas,
traidores de sus hermanos
porque además, es vox populi:
estos soldados a sueldo,
padecen de imperiofilia,
una afección que, se cree,
no viene de la familia.

De todos modos es raro
que este loco personaje,
entre tantas veleidades
y poses de inteligente,
se jacte de su ateísmo
y a la vez crea y sostenga
verdades como absolutas…
Para pensarlo, ¿no creen?
(Perdón, se me fue la rima).

Estoy triste, la verdad,
es que me duele en el alma
que agredan a mis ancestros.
Sí, señores, tengo sangre
nativa y eso me obliga
más que a cualquiera, les juro,
a denunciar a "españoles"
que no saben lo que dicen
o que, peor, ya no hay dudas,
reniegan de las raíces.

No mento su gracia aquí
porque este asunto es muy grave
y, a diferencia de él,
no soy prensero de naides
y mucho menos vocero
de ciertas autoridades.
(No interesan las personas,
discutamos las ideas).
Sólo me mueve el espanto
y la soberbia supina
que a algunos con los años
parece que les aumenta
y ya no pueden medirla
para mal de los salames
que intentamos que se bajen
de un pedestalcito armado
con verdad de utilería.

Ya me voy, estoy cansado
de enojarme con pendejos,
opinólogos berretas,
cagatintas nada humildes
que no soportan, repito,
que no siempre los adulen
como si fueran verdades
las boludeces que dicen.



Abril de 2019.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Contra los herejes de la Secretaría de Cultura



El payador se suma al desagravio de las agrupaciones gauchas de Mendoza –y muestra su faz patriótica y creyente– tras la ofensa que sufrió la imagen de la Virgen de la Carrodilla en uno de los actos de la Fiesta de la Vendimia 2019, el popularísimo Carrusel de las Reinas.

Qué nueva ofensa tuvimos
los que amamos a la Patria,
(ansina, sí, con mayúscula),
cuando este gobierno culto
osó dejar para el último,
en el Carrusel de Reinas,
a la Virgen protectora
del trabajo de la tierra.

Nunca había pasado esto,
y miren que ya son años
de desfiles por las calles
de la coqueta Mendoza,
cuando llega la Vendimia
y por ligar una fruta,
un tetra o una birome
o el guiño de alguna reina,
la multitud de abarrota.
Los criollos hacemos luto:
han ofendío nada menos
que a la madre del Señor,
dejándola pal final,
cuando ya la muchedumbre
se había ido a almorzar.
Pero no hay tropelía
que no se pague algún día.
No importa que los ateos
y escépticos de costumbre
se burlen de nuestra fe
y nos miren con desprecio
porque leyeron tres libros
y ahora están en el poder.

Seguiremos insistiendo,
hasta que Nuestra Señora
vuelva a ocupar el lugar
que este año le quitaron
los herejes de Cultura,
que carecen de la altura
y se olvidan que la fe
no es pura imaginación
ni es cuestión de investiduras.
Igual, nos cuesta bastante
dialogar con esta gente
del gobierno de Cultura:
suelen ser poco creyentes,
piensan que negar a Dios
los deviene inteligentes.

No son más que botarates
que ignoran las tradiciones,
y desprecian nuestra tierra
con necias explicaciones
y cobardes posiciones.

Hasta un cabeza de termo
se ha dado por agredido,
dijo que somos violentos,
que extorsionamos, y bueno,
como si la Virgen fuera
una tradición cualquiera
(será que tenemos sangre
y no yerbiado en las venas).
Mejor váyanse a su casa,
a masticar su ignorancia
y a temblar todo su miedo.
Me despido, estoy molesto,
como habrán notado todos
los que saben que este criollo
aunque no es el más devoto
valora el rispeto mutuo
y no quiere a los cultitos
que se creen que saben todo.

27 de marzo de 2019


lunes, 28 de enero de 2019

Mendotrán 1 - Revolución de lo sencillo 0

El payador sostiene que el intento de cambio en el sistema de transporte en Mendoza es la primera medida arriesgada del gobierno local. Y demuestra que gobernar no es simple, como miente el contradictorio eslogan "la revolución de lo sencillo".

Quién se lo iba a imaginar:
finalmente apareció
un acto de gobernar
tomando riesgo y actuando
más allá de las palabras
y la cruda realidad.
Queda claro: no es sencillo,
ni mucho menos, cambiar.

Me estoy refiriendo aquí
a la tan mentada frase,
eslogan o disparate
que se escuchaba seguido
de la boca prolijita
del gobierno provincial
y le dieron en llamar
"La revolución de lo sencillo".
Me tengo que disculpar:
es imposible rimar
en coplas, en ocho sílabas
semejante verso pobre
que se olvida de la historia
y pretende reducir
revolución «de verdad»
a cambio con mezquindad.

No es sencillo gobernar
si lo que se quiere en serio
es dar vuelta una estructura
como vienen intentando
con el nuevo Mendotrán.

Eso sí, es buen ejemplo
del Estado trabajando
para aumentar la ganancia
del empresaurio micrero.

Es un quilombo importante:
no se traga con eslóganes
el trastorno cotidiano
de buscar micro en la calle
y en general fracasar.

Por más que los pinten lindos,
si no coordinan horarios
los micros podrán pasar
y la gente mirará
cómo el tiempo se le esfuma
esperando que algún día
algún bondi se detenga
y la lleve a trabajar.

Dicen las lenguas malignas
(que no quieren ningún cambio)
que este nuevo sistema
no sirve para un carajo.
Yo, la verdad, no lo sé.

Sólo puedo atestiguar
que cuando paso al galope
con mi pingo por la calle
(es decir en mi Zanella
y modelo Sapucái),
veo llenas las paradas
de víctimas del sistema
llamado multimodal.
A veces hasta parecen
reuniones de religiosos
que se juntan en la cuadra
y salen a predicar:
hay de todas las edades
soñando con embarcar.

Los compadezco de veras
no tener ni una carreta
para llegar al trabajo,
al hospital, donde sea,
remotamente puntual.

No pierdan las esperanzas,
estimados pasajeros:
lo sencillo es complicao
y esto del Mendotrán
seguirá siendo un espanto
hasta que muy de a poquito
se va a ir acomodando
a costa, no hay que dudarlo,
de nuestra incomodidad.



Es cierto –tampoco hagamos,
la de sólo ver lo malo–
que hay barrios donde no había
micros de ninguna clase,
y ahora al menos tienen uno
que los lleva y que los trae.
Pero también es verdad
que es por lo menos ridículo
pensar que con Gúguel Map
todo tiene solución:
hay mucha gente sin brújula
que no maneja esmarfón.

«Lo barato sale caro»,
me decía la finada
de mi mama, y tenía
la más bendita razón:
por ahorrarse unos manguitos
por pereza, por soberbia
o por incapacidad,
tuvieron que dejar gratis
los pasajes por un tiempo,
si no se corría el riesgo
de una pueblada ejemplar.

Ojalá que de ahora en más,
termine como termine
este asunto del transporte,
no vuelva el gobierno a hablar
de sencillez si hay quilombo.
Gobernar es complicao,
ha quedado demostrao
gracias a este intento ciego
de cambiar cosas profundas
con torpeza y sin dinero.

De todos modos se viene
un horizonte nublado
que se verá cuando empiecen
las clases prontito, en marzo.
Ahí te quiero ver entonces,
estimado Mendotrán…
Ojalá los chicos lleguen
–eso quiero y eso espero–
a la escuela o al colegio
al menos para el recreo.



Febrero de 2019