miércoles, 12 de marzo de 2014

Sobre la reina de la Vendimia 2014


El payador aprovecha la coyuntura para prender otra vez el ventilador.

«Atravesamos unos tiempos calamitosos
imposible hablar sin incurrir en contradicción
imposible callar sin hacerse cómplice del Pentágono»

(Nicanor Parra, de su poema «Tiempos modernos»).

Pobrecita nuestra reina,
vítima de lamentables
periodistas aburríos,
cuando no de oportunistas,
que primero la trituran
dispués landan defendiendo,
y en cuanto caiga la noche,
la noticia será cuento.

Pasa que nuestra Vendimia,
ansina en letra mayúscula,
es un guiso mal cocío,
hecho con muchas caretas,
de hipocresía a lo loco,
política siempre a gusto
y pelotudez de todos
(y me incluyo, no me escondo).

Entonce, si acectamos
tener una reina acá
en estas tierras quitadas
a los guarpes hace tanto,
dispués no nos lamentemos
si cualquiera habla cualquiera
como si uno nunca juera
un boca e jarro y un gil
y siempre en el clavo diera.

El vino caro que brilla
muy hermoso en las botellas
se hace con el sudor,
con el llanto y la pobreza
de miles de laburantes
encorvaos sobre la tierra.
Ansí que un cacho e respeto
y dejemos de joder
con el márquetin berreta
de sentirnos la provincia
que esporta pa todos laos:
capital del vino fino
y también de la careta.
Ahura están con que nos dicen,
la ciudá maravillosa.
Qué manera de engañarse
y vender gato por liebre,
a mí me sube la fiebre
cuando escucho a los salames
del turismo y las bodegas
haciéndose los mejores,
gansos, peronchos y troscos
y también los radichetas.

Déjenla a la pobrecita
reina del dos mil catorce,
que si jue muy militante
y no se animó a decirlo
y ahurita lo anda voceando,
habrá sido por cagazo
o antisincericidio.

Sepa ya la muchachita
que se ha metío en un sitio
lleno e leones hambrientos,
parásitos, chupamedias,
que almuerzan en San Isidro
y les hacen los mandados
a los dueños de la tierra,
los negocios y la merca.

Este gaucho solo sabe
de tres reinas poderosas,
son Dilma, Michelle, Cristina,
que conducen sus países
pero con voto del pueblo,
y para el pueblo gobiernan,
por eso hay muchos sotretas
que quieren echarlas juera.

Ya me voy, tengo la espalda
reventada e canastear
uvas premiun pa que un gringo
educao y distinguío
o un menduco acomodao
se luzca en lejanas tierras
y levante guita en pala
mientras mi lomo se quiebra.



Marzo de 2014