El payador recurre a autoridades –su tata y un pensador–
para una nueva diatriba.
Pucha qué
sensibles son
los criollos destas montañas,
les molestan los aumentos
los cambios de presupuestos,
los criollos destas montañas,
les molestan los aumentos
los cambios de presupuestos,
las dietas
para engordar
la situación
monetaria.
Mi tata me
lo dedía
cuando yo era un gurí:
«los de arriba están arriba
no se sorprenda, mijito,
casi siempre ha ansina,
son la élite, la nata,
cuando yo era un gurí:
«los de arriba están arriba
no se sorprenda, mijito,
casi siempre ha ansina,
son la élite, la nata,
la flor de
la sociedá,
se cuidan
mucho entre ellos,
ganan
fortunas a costa
de estrujarle
al otro el cuello».
Qué amargao,
me decía yo,
este viejo
negativo,
no hay forma
de engatusarlo,
conoce todas
las mañas
de los
chanchos oligarcas.
Ansina es la
cosa, hermanos,
y no hay de
qué sorprenderse,
la brecha esiste,
está acá,
se
incrementa cada día,
porque
naides va a aflojar
y es
cuestión de tironear,
ansí se
ganan la vida.
No les pidás
que le aflojen
a ganar lo
que más puedan,
la vida, si
no hay dinero,
para ellos
es una mierda.
Nunca
llegaron a pobres
y si lo
jueron reniegan
de su pasao y
entonce
andá a
hacerles entender
que si ellos
están bien
es porque
otros no comen.
El hombre es
lobo del hombre,
dijo un
gringo, y es verdá,
si esperás
humanidá
quédate nomás
sentao
no va a
llegar la señora
por más que
hayas esperao.
Y nada, pues, como dicen
los culillos
destos tiempos,
lo
importante es avanzar,
y tener y
aparentar,
mirar para
el otro lao
es su forma
de mirar.
Ya me voy,
no quiero más
decir diez
veces lo mesmo:
estoy contra
los aumentos,
de sueldos,
precios, no importa
si mi verso
cae en olvido,
yo escribo
para sacarme
la bronca a
puro suspiro.
Agosto de
2014