Sobre el arte decorativo en hoteles y bodegas premium

Donde se cuestiona la función del arte y se compara la moda actual con la de las cortes de otras épocas.

Podemos comprender en qué situación está el arte observando el mercado del arte, las subastas, el mundo de las galerías. Hay algo ahí profundamente inquietante y extremadamente sospechoso. ¿Cómo pueden los “artistas” dejar que el arte sea eso en lo que se ha convertido? Asistimos a una completa distorsión de los valores. Ir a una vernissage –lo que me ha ocurrido una o dos veces en mi vida– es la experiencia más desalentadora que se pueda imaginar. Tan desalentadora que no la volveré a tener nunca. La manera en que se presenta el trabajo, el público que va a esos eventos, el mercado del arte, todo eso da náuseas (Werner Herzog).

Pa qué cuernos está el arte
si no es pa incomodar
al burgués o al poderoso
que cada uno alimenta
solito o en sociedá.

Entre abismo y superficie
el hombre busca equilibrio
pero es misión del artista
lanzarse contra el destino.

Por eso me lleno e dudas
cuando escucho una orquesta
o veo una esposición
en una súper bodega
o en un brillante salón.

¿Será que estos lugares
son las cortes de otros tiempos
donde los ricos dejaban
a los artistas lucirse
y por ello les pagaban
y esa farsa les bastaba
pa sentirse muy felices?

Pero ajuera había otro mundo
menos artístico y «noble»
con gente muy muerta de hambre
esclava de ese sistema
hipócrita y muy cortés
parecido al que se impone
en estos tiempos también.

Debo confesar, sin más,
que me cuesta disfrutar
deste arte pa turistas
y pa habitantes paquetes
o pobrecitos burgueses
y me apenan los colegas
que cobran por figurar
con sus cuadros y sus obras
decorando los salones
o llevando sus acordes
a las bodegas de moda.

¿Se habrá perdío el sentío
del arte como ruptura
contra las «güenas» costumbres
y pa ser artista entonce
ya no hay que espeluznarse
sino ser bicho obediente
y convivir con los ricos
es decir los que más tienen?

Pa mí el arte es combativo
o más que arte es recurso
pa llegar a estar arriba
y lavar el sufrimiento
y los dolores del mundo.

Artistas domesticaos,
prolijos y bien pagaos
habrá siempre, me imagino.
Es una pena, lo siento,
pa mí el arte es rebeldía,
no transar hasta morir,
(disculpen el domatismo),
por eso la corto ya
con este tema sombrío.

Y como uno es esclavo
de lo que dice y reclama,
sepan queríos letores,
que nunca jamás verán
a este payador arcaico
copleando en una bodega
ni en un hotel alfombrao.

Junio de 2013