sábado, 15 de junio de 2013

Crítica del consumismo



 El payador se apena y reflexiona a raíz de la furia de compras y ventas por el «día del padre» y otros «días».




Había una vez, yo me acuerdo,
que los gurise jugábamo
tirando piedras al río,
a la acequia o la ventana
del vecino o de la agüela.
O dándole a la pelota
en la calle, o a la muñeca
con la hermana y sus bellezas.

Y los adultos también:
unas cartas y un güen truco
eran más que suficientes
pa divertirnos muy bien.

Digo que hace ya un tiempo
no dependíamos tanto
de aparatos y aparatas
pa divertinos sin más.
Pero güeno, hay que saber
leer lo que dice el tiempo
y no quedarse soñando
con el pasado imperfeto.

La vida se ha convertío
si uno se lo piensa un poco
en andar yendo porái
gastando el sueldo en bolazos
que no tienen ni una esencia
son todas pura apariencia
las cosas que pretendemos
y la vida es otra cosa
que no pasa por el mundo
del comprar para olvidar
para qué estamos acá.

De la trinchera a la góndola,
vendimos la libertá,
y ahora soberanía
espiritual y social
se paga en cuotitas fijas.
Adiós la revolución:
compramos resinación.

Esta copla se ha ispirao
viendo a la gente comprar
como loca en todos laos,
shopin y supermercaos,
almacenes y farmacias,
parece que el que no gasta
no disfruta de la vida
aunque el consumo nos mata.

Papá, comprame, comprame,
dice el niño todo el día.
Y los pobres padres ven
cómo sus chicos se comen
en un día lo que a ellos
les costó muy mucho ejuerzo.

Ansí está este «día del padre»,
va la turba bien comía
a buscar un güen regalo
pal padre de la familia.

Y pa los días «del niño»
otra vez güelta a sufrir
con lo que piden los mostros
que no paran de desear
juguetitos que fortunas
suelen al burgués costar.

Y ni hablar del pobrerío
que mendiga por las casas
un juguete, aunque sea roto
para sus pequeñas guaguas.

Pero esta copla se ocupa
del vicio más bien burgués
de definir lo que uno es
por lo que tiene comprao.

Igual pues no hay que asombrarse
porque el niño ansí apriende,
cuando ve al padre o la madre
buscar el mejor talero
o gastar fortuna en cremas
pa quedar más reluciente.

El tipo en cuatro por cuatro
usa remera del Che,
cambalache ya lo dijo
el siglo pasao Dishépolo
y tan atrasaos estamo
que seguimos en la mesma
boludez del careteo,
todo pura superficie,
si raspás la piel de alguien
encontrás solo molicie.

Los jóvenes quieren marcas,
celulares de dos lucas,
viajes caros, si total
pagan los burros de siempre
que alimentan el ganao
de los sonsos de sus hijos
que de sufrir nada saben
y menos de comunismo.

Estamos perdíos, hermanos,
imposible ya escapar
de la garra del consumo…
no por nada este coplero
tiene nótbuc renuevita
comprada con la tarjeta
que siempre viene llenita.

Una vergüenza esta vida
que entre todos costruimos,
puro tener y tener
y en la noche, en soledá,
el corazón ta vacío,
ojetos por todos laos
que un día se van a romper
y vamo a quedar por fin
con algo mejor que hacer.



Junio de 2013

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