sábado, 31 de diciembre de 2016

El amor se hace entre todos

El payador, desvelado, tiene un diálogo con las musas y una de ellas intenta explicarle la esencia del amor.


     A Cecilia Molina


Güenos días, cómo están…
Yo, adherío a mis amargos:
la vida sin mate es
un suplicio inecesario.

La mañana no está fresca
en la caliente Mendoza,
ansina que por la tarde,
si el pronóstico es certero,
vamo todo a reventar
en esta tierra que arde.

Por eso me animo ahurita
a coplear, porque más tarde
mi celebro va a tener
que ponerse responsable.

Me he levantao temprano
aunque casi no he dormío:
tuve anoche un sueño estraño
creanmé lo que les digo.

Es normal que en estas fechas
uno haga su balance.
Pros y contras de este año,
cosas güeñas, cosas malas,
hermosas e insoportables.

Pero más allá de esto,
o más bien por eso mesmo,
les quiero contar que anoche
las musas criollas vinieron
y sin permiso pusieron
el tema desta copleada:
me tiraron: «Payador,
no sea sotreta y relaje,
basta ya de conyuntura,
tenga un poco de coraje,
dejesé de criticar
a todo el mundo ya mesmo
y toque un tema que valga
la pena o la alegría
de ser leído sin odio
pa que sus letores puedan
terminar este año cruel
y se lleven de sus versos
un mensaje promisorio.

«Nos gustaría que hablara
del amor, si le parece,
la gente se anda buscando
y Cupido se hace el sota
y ahí nomás se desvanece».

Ante semejante charla,
les pedí a las musas estas
–que parece que laburan
muy poco en esta ciudá–
que mejor copleen ellas
y se metan a tratar
de entender qué es el amor
porque yo no lo comprendo…
se me escapa a la razón.

A coro me rispondieron
las muy criollas, ispiradas:
«El amor, don payador,
es lo que mueve a este mundo.
No es, como dicen algunos,
una “energía” especial,
que uno descarga y descarga
como pila mal cargada
sobre los seres que ama».

«¿Ah, sí? –me dije dispués
de escuchar a estas deidades
de las ciencias y las artes–.
«¿Si el amor no es energía,
qué carajo es, diganmé,
porque sin juerza no puedo
ni levantar el talero,
¿cómo es que se puede amar
sin hacer ningún ejuerzo?».

Las musas, muy cejijuntas,
se quedaron medio mudas,
pero ahí nomás saltó
la Clío, que, ustedes saben,
es musa muy amorosa
y largó una riflesión
tan densa que parecía
que no estaba hablando en verso
sino que era más bien prosa.

«Mi estimao payador
–lanzó la Clío de toque–,
el amor es energía
pero de un tipo especial:
no confunda a sus letores
mezclando ideas opuestas.
El amor es lo que impulsa
al ser humano a seguir
adelante, aunque sienta
que nada es posible ya.

«No se trata de tener
las pilas siempre cargadas:
el amor se encarga siempre
de tendernos una mano
hacia el otro, y ese otro
si no está medio dormío
responde igual la llamada.

«Es el amor esa juerza
que no viene de la nada
sino de los que nos aman,
es decir, sin más rodeos,
el amor se hace entre todos,
un impulso que se impulsa
entre unos y los otros…
y cuando riconocemos
que estamos enamoraos
sabemos que es imposible
que todo lo conocido
siga siendo como antes:
el amor trasforma el mundo
lo hace maleable, lo abre
a mil posibilidades,
sin que uno pueda siquiera
oponerse a sus certezas:
el amor nace entre todos
y entre todos se potencia».

Eso nos dijo la Clío,
en el medio del desvelo…
Las demás musas, calladas,
con la cabeza asintieron,
pero este criollo siguió
la conversa rispondiendo:

«Es simple, tiene razón,
Clío, musa enamorada,
si uno se niega al amor,
se está negando a sí mesmo
y a la vez negando al otro.
Igual, les voy a decir,
queridas musas del campo,
que no sé si entiendo bien
esto que están esplicando,
pero suena muy bonito
y ya se termina el año,
no estoy para más preguntas
que me dejen esperando.

«Les agradezco, denserio,
que me hayan dispertao
desta fea incertidumbre
que me tenía desvelao».

Ahí terminó la conversa
con las musas de fin de año.
De todos modos, me sigue
picando este problemita
del desamor en el mundo,
la soledá, la tristeza,
preguntas y más preguntas
que suelen dejarme mudo.

Es complicao el amor,
es imposible negarlo,
caprichoso, inesperao,
indócil, estemporáneo:
no llegan cuando lo llaman
ni se gasta con usarlo.

Ya me voy, sólo les dejo
un poco de paz y amor
que tenía acá guardao:
estas dos cosas no sobran,
me parece, en ningún lao.

Amor y paz, paz y amor,
una utopía verdadera,
el mundo es un gran quilombo,
veremos lo que resulta
desta lucha sin fronteras.

Algo es seguro: si no
nos sacudimos un poco
la costumbrada flojera
y ponemos corazón
a cada cosa que hacemos,
la vida seguirá siendo
una cosa pasajera,
y el amor, un sentimiento
que nunca valdrá la pena.


Diciembre de 2016









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