miércoles, 18 de mayo de 2016

Basta de zoológicos

El payador despotrica contra el cautiverio animal, tras la reciente muerte de varios ejemplares en el zoo de Mendoza.


Su mirada se ha fatigado tanto
al atravesar las rejas, que ya no ve.
Le parece que son mil los barrotes
y que detrás de los mil no existe mundo alguno.
(Del poema “La pantera”, de Raine María Rilke).



Qué destino disgraciao
tienen ciertos animales…
muchos terminan servíos
en el plato e los mortales,
otros salvan el pellejo
pero caen entre rejas
y se convierten en fieras
enjauladas, pobrecitas,
en zoológicos y ferias.

Ansina es mis amigos
este mundo animalao,
con cárceles para bichos
y jaulitas para humanos.

Todo esto pa introducir
el temita del momento:
estiraron las patitas
varios bichos estos días
en el zoo de Mendoza
y eso que aún no llegamos
a que comience el invierno.

Primero jueron los gamos,
antílopes o algo ansina,
y ahora murió la pantera
negra, un macho, dijeron…
cagaos de frío y de pena
seguramente la espera
y la lluvia los dejaron
sin más salida que esa.

Las malas lenguas ya dicen
que el ajuste llegó al zoo:
como no pueden echar
a los pobres animales
ni bajarles el salario,
dejan que mueran de frío…
¡Qué capataces más maulas!,
ahorrarse unos pocos pesos
por no pagar ese horrible
y despiadao ítem jaula.

Lo cierto es que en estos días
partieron a mejor vida
bichos que estaban cautivos
por la estupidez científica,
por la impericia política
y por la costumbre mesma.

Abramos ya los zoológicos…
dejemos que los leones,
las tigresas y los monos,
elefantes y caballos,
liebres, ñandúes y loros
se apoderen del terreno
y sigan camino abajo,
porái finalmente alguien
del gobierno o de la empresa
se caga tanto que empieza
y una vez hace algo en serio.

Pero es más que muy probable,
que los bichos retrocedan
al ver tanta gente inerte,
en sus recintos privaos,
protegida con mil rejas
aislada de lo real
y contenta de vivir
sin saber qué pasa ajuera.

No, señores, no hay remedio
que nos cure esta dolencia
de sociedá atrasada
que encierra a los animales
y que encima cobra entrada…
y los gurises aprenden
que es normal el cautiverio,
que se puede ser feliz,
que no es loco ni perverso
pasarse toda la vida
encerrao en una jaula.


Mayo de 2016.




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