Defensa del perfil bajo

En la previa de las elecciones a gobernador en Mendoza, el payador retoma el verso, luego de un necesario descanso del mundanal ruido, y reflexiona sobre lo fugaz y lo permanente.

                A Gabriel Fernández

Disculpen la larga ausencia
mis estimaos letores.
Ocurre que me hice un viaje
padentro por estos tiempos,
cansao de tanta güevada
de meils, teléfono y feisbuc
y ni qué hablar de otros medios.

Charlando con un compadre
esta mañana temprano,
acompañaos por el mate,
las tortitas y el silencio,
me preguntó el susodicho:
«che, vos, que no te conozco
para saber la rispuesta,
¿sos bajo perfil o alto?».

No supe, les digo, amigos
risponder en dos segundos…
Ocurre que una medida,
de perfil, de peso, de años,
siempre será relativa:
uno piensa comparando.

Entonces le dije «mire,
mi estimao, no sé bien
si lo tengo alto o bajo,
sólo sé que mi perfil
no depende solamente
de cómo yo quiera usarlo».

Luego le seguí esplicando,
que no me preocupa tanto
si me ven o si soy visto
por dos o cuarenta y cinco.

El hombre me miró y dijo
que algo de razón tengo,
y se puso a coincidir
con estos mis pensamientos.

No importa que a uno lo vean,
lo inoren o lo ensalcen,
lo principal es hacer
las cosas con persistencia,
no dejarse distraer
por brillos innecesarios,
alejarse del espejo
ser fiel a la vocación
y trabajar sin descanso.

Soy un criollo medio bruto,
naides se anime a negarlo,
no tengo más religión
que meter los pies al charco,
ensuciarme con la vida,
elevarme cuando pueda
y tratar de estar atento
a lo que pasa a mi lao.
La realidá es fugaz,
y uno no debe dormirse
a no ser que esté curao.

Y rigresando al principio
les digo, mis estimaos,
es al cuete mucha prensa,
y salir en todos laos,
de nada sirve mostrarse
si antes no se ha laburao.

Ansina que hoy les digo
que voy a seguir padentro:
gane quien gane el domingo
mi vida no cambiará
si me la paso esperando.

No es que a mí me dé lo mesmo
que triunfen unos u otros,
digo que no quiero ser
un criollo que sólo sueña
que el tiempo mejore de una:
hay que ponerle a la vida
sin atender lo que dicen
el horóscopo o las urnas.

Junio de 2015