martes, 7 de octubre de 2014

Tiembla Don Quijote

El payador saluda una iniciativa para que se enseñe literatura mendocina en todas las escuelas de la provincia. Y, sin avisar, salta de la tradicional copla al verso de diez sílabas.


Se junta lo separao
y se separa lo junto,
ya lo decía mi tata:
«El que se queja de sobra
es un cagón o un choborra».

Con este breve ricuerdo
me dispongo a saludar
esa sana iniciativa
que han tenío unos escritores
menducos o mendocinos
de que haiga toda una ley
que esija que en las escuelas
se lean autores de acá
como se leen los de ajuera.

Tema muy recomplicao
va ser dentrar en el canon
es decir en la lista seleta
de escritores acectaos.

Ya comenzaron los lobis
de los sotretas de siempre
queriendo estar en la lista
de letura obligatoria
al lado de don Quijote,
de Cortázar, de Bodoc,
y que en vez del romancero
y del gran Lope de Vega
los estudiantes reciten
unos versitos cualquiera.

Ya me salgo de copla y me vengo
a decir en diez sílabas u once…
Ojalá que con estas medidas
no se pongan los zonzos de moda
y en un año o en dos nadie más
sepa quién fue ese tal García Lorca.

Yo soy criollo atao a rutina,
no me saquen, les pido, les ruego,
del programa a la gran Alfonsina
pa poner a cualquier mendocino
que se ocupa de mil obviedades
eso sí, con su métrica y rima.

Ni qué hablar de los que se sienten
escritores muy desobedientes,
no podrán ni siquiera soñar
con poder ingresar a las aulas
si putean ansina a la gente.

Las que sí dentrarán de seguro
son las plumas amigas de siempre
del gobierno bendito de turno.
Que Cultura sin duda bendiga
a los célebres diez cagatintas
que deshonran la historia del arte
con su verba servil y anodina.

Un saludo afetuoso y amigo
a los profes que ahurita tendrán
que enseñar cosas raras y serias,
el asunto es que antes tendrán
que leer dos o tres bibliotecas.
Porque muchos habemos de sobra
que escribemos y aún publicamos
y nos lee con suerte la suegra
mucho más los que tienen hermanos.

Naides tome a mal a este gaucho
que hace años que no se atualiza,
demos crédito a aquellos que saben
elegir entre dos mandarinas.

Ya me voy, y disculpen, señores
si de ocho pasé a las diez sílabas
que porái se trasforman en once,
es mi tata el culpable de que hoy
les escriba sin tanta medida.


Octubre de 2014


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