El payador cuestiona
el lugar común de que todos los muertos son buenos. No obstante, se suma
al duelo por el fallecimiento del intendente de la Ciudad de Mendoza.
A la pucha,
se jue el Viti
y ahura risulta
que el quía
era más
güeno que naides,
por esa
simple razón
me quiero
morir hoy día.
Cuando la Parca
me lleve
mis familiares
dirán
qué gran
hombre este don paya,
cuánto que
hizo y dejó
para bien de
la manada.
No hay personaje más limpio
que el que acaba
de morir.
Si jue malo,
festejemos,
porque dejó
de joder
a más de
uno, y si jue güeno,
lloraremos,
pero dudo
que eso que
dicen es cierto,
no me creo
ni de cerca
que haya
sido tan perfeto.
No está bien
hablar de un muerto,
porque no
puede escuchar
ni levantarse
a decir
si lo que
oye suena mal.
La cuestión
es que seguimos
idolatrando a
los muertos,
como si
alguien nos pidiera
piedad en
ciertos momentos.
Debe ser la
educación
que de
chicos recibimo:
hablar de un
finao está mal,
eso está más
que sabío.
Espero
naides confunda
a este
copleador sincero,
que ha
sufrío en su mesmo cuero
varios
dolores ingratos,
no soy
chupamedias nato
y menos de
los políticos,
bichos
jodidos, si hay,
sacan tajada
de todo
y se mueren,
como uno,
que nunca olfateó
su trono.
Descanse en
paz, don Fayad,
se ve que
muchos lo quieren,
lo han
querío y ya lo estrañan,
no faltarán
las pirañas
que
esperaban que se juera.
Se viene la
primavera:
si agosto no
nos sofoca,
agradezca
que zafó
de ver cómo
sigue esto
en el país y
en Mendoza.
Ya me voy,
estoy de duelo,
por todos
los que se han muerto
en este día
de agosto.
Prendo una
vela y me digo
un rezo y me
quedo solo.
La muerte es
cosa muy seria,
hagamos silencio
todos.
Agosto de
2014
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