jueves, 7 de agosto de 2014

Sobre la partida de Víctor Fayad

El payador cuestiona el lugar común de que todos los muertos son buenos. No obstante, se suma al duelo por el fallecimiento del intendente de la Ciudad de Mendoza.

A la pucha, se jue el Viti
y ahura risulta que el quía
era más güeno que naides,
por esa simple razón
me quiero morir hoy día.

Cuando la Parca me lleve
mis familiares dirán
qué gran hombre este don paya,
cuánto que hizo y dejó
para bien de la manada.
No hay personaje más limpio
que el que acaba de morir.
Si jue malo, festejemos,
porque dejó de joder
a más de uno, y si jue güeno,
lloraremos, pero dudo
que eso que dicen es cierto,
no me creo ni de cerca
que haya sido tan perfeto.

No está bien hablar de un muerto,
porque no puede escuchar
ni levantarse a decir
si lo que oye suena mal.

La cuestión es que seguimos
idolatrando a los muertos,
como si alguien nos pidiera
piedad en ciertos momentos.
Debe ser la educación
que de chicos recibimo:
hablar de un finao está mal,
eso está más que sabío.

Espero naides confunda
a este copleador sincero,
que ha sufrío en su mesmo cuero
varios dolores ingratos,
no soy chupamedias nato
y menos de los políticos,
bichos jodidos, si hay,
sacan tajada de todo
y se mueren, como uno,
que nunca olfateó su trono.

Descanse en paz, don Fayad,
se ve que muchos lo quieren,
lo han querío y ya lo estrañan,
no faltarán las pirañas
que esperaban que se juera.
Se viene la primavera:
si agosto no nos sofoca,
agradezca que zafó
de ver cómo sigue esto
en el país y en Mendoza.

Ya me voy, estoy de duelo,
por todos los que se han muerto
en este día de agosto.
Prendo una vela y me digo
un rezo y me quedo solo.
La muerte es cosa muy seria,
hagamos silencio todos.



Agosto de 2014

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