sábado, 10 de agosto de 2013

La censura ataca de nuevo



El payador critica a quienes dan la espalda a la realidad y prohíben libros en las escuelas.



Qué manera de reílo
con el lío que se armó
porque unos libros llegaron
y los menducos pacatos
vieron cuerpos dibujaos
y palabras no bonitas
y a Censura convocaron.

Este caso me ricuerda
a uno del año pasao
cuando gente de Cultura
quiso sacar la palabra
«conchudo» del dicionario.
Pobrecitos, mercenarios,
cobran por usar tijeras
y el arte pierde de veras.
Será mejor que laburen
y le aflojen al escabio.

La medianía sí esiste
y se conserva fresquita
en Mendoza sobre todo
que cuando lee, a su modo,
la escandaliza el papel
y mira para otro lao
cuando gente de verdá
se muere de hambre acá
o es aplastada sin más
por los dueños de la torta
o sus cómplices de turno
y eso a ninguno le importa.

Qué vergüenza, qué tristeza
escuchar «especialistas»
lanzar concetos del tipo:
«no es contenido adecuado,
no sirve para enseñar».
Vamos, queridos censores,
ya completen su listita,
necesitamo saber
qué es lo más adecuao
pa costruir la ilusión
de un mundo donde no esistan
ni el horror ni la injusticia,
ni la muerte y la estulticia.

Hagan el amor tapaos
con la frazada hasta el cuello,
no hay vaginas ni pistolas
de la cintura pa bajo,
usen la lengua nomás
pa decir estupideces
y tóquense pocas veces…
Yo creo que hay que sumar
a la lista de pecaos
el no decir boludeces.

Qué gran oportunidá
se pierden nuestros docentes
de hablar de la realidá
de frente con sus alunos
invitaos por materiales
que desafían la moral
y nuestras «güenas» costumbres.
Ya me retiro, disculpen,
me voy a leer un libro
donde naides diga insultos,
y con dibujos decentes
con gente que nunca sufre
y anda siempre muy vestida
porque me quiero dormir
y ver si por fin dispierto
en una Mendoza libre
sin censores circuspectos.


Agosto de 2013










 






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