Messicopla

El payador, adicto a los temas populares, y rendido ante la nueva genialidad del jugador argento-catalá (cinco pepas ante el Bayer Leverkusen, marzo de 2012), rinde homenaje y reflexiona sobre el fenómeno. Es decir, se suma a la larga lista de opinadores que pierden o ganan su tiempo hablando de la Pulga.

No voy a ser novedoso,
yo soy bien tradicional
pero quiero riferirme
al culillo ese que tiene
el esférico comprao
y casi siempre lo mete…
en el arco adversario.

Eso quería decir,
no se me malinterprete
ahijuna la ambigüedá:
me regalaron un pato
y resultó ser biguá.

Estoy hablando de Messi
el intratable, la Pulga,
más rápido que avestruz
discué de tomar la purga.

Me deberá disculpar
nuevamente don Marmat
que lo odia al pendejito
porque en el Barsa golea
pero en nuestra selección
parece muñeco e cera.

En esto tiene razón
mi amigo, pero yo tengo
una solución muy buena:
que se hagan argentinos
Xavi, Busquets y el Hiniesta.

Pero más allá de esto
cabe ponerse a cranear
cómo hace este pelotari
pa jugar tan bien al fóbal…
¿No vendrá ya programao
y será más bien un ávatar
de la última pleysteishon?

Para mí que los partidos
donde juega el pendejito
tan toditos arreglaos.
Son todos actores y estras:
rivales, árbitros, público.
Hasta creo que hay un guión
para cada puteadera.

Ese Guardiola es muy joven
para tener tanta suerte:
Messi lo hace millonario
y él con su lindo saquito
mete billete a lo loco
y se hace el estrafalario.

O tal vez el DT tiene
una wi entreverada
o escondía en los bolsillos.
Por eso nunca se saca
las manos de las verijas
y Messi mete los goles
como por control remoto.
Si no, no se entiende, mhijo
que todos se abran y dejen
pasar la Pulga entre patas
de tremendos marcadores.

Eso sí es cosa e mandinga,
nadie lo podrá negar:
más allá de toda duda
si mirás para otro lao
viene el relámpago Leo
y te la manda a guardar.