El payador, aburrido de no hacer nada y a falta de noticias destacadas, coplea una receta de cocina.
A doñas Dora de Ponte y Petrona C. de Gandulfo
De tanto estar en el rancho,
más aburrido que un muerto,
mei puesto a coplear ahora
como cualquier cocinero.
Que yo el asao lo hago
con lo ojo entrecerraos
de tanto que hemos tirao
con la familia y amigos
a la parrilla a un pobre
y tierno animal finao.
Pero ahura que ando rengo
mi china no me permite
acercarme al asaor
y por suerte está Marmat,
que de asao sabe mucho
este salvaje cantor.
Pido disculpa a veganos
y al mundo vegetariano
y, como gesto, sin carne
esta receta preparo.
Porque no cualquiera te hace
bien entera una tortilla
y acá el gaucho ha de lucirse
sólo pa hacerles nacer
una buena y sana envidia.
Pero vamo a la receta
que se hace tarde pa verso
y la tripa tira ruidos
porque necesita urgente
algo rico y bien cocío
pa entretener el almuerzo
y chuparse bien lo dedo.
Garrá tres papas medianas
y primero las pelás.
cortalas más enseguida
en trozos o en pedacitos
ni grandes ni muy chiquitos.
Igual cortá una cebolla
y un güen poco e perejil.
Tomá sartén por el mango
con una taza de aceite
girasol, uva u oliva,
el que más gusto te dé
o menos caro te cueste.
Lo calentás bien al juego
y cocés papa y cebolla
hasta que estén las primeras
blanditas como pal dente.
Sacá todo y lo colás
y no guardés el aceite
usao que solo sirve
si regresan lo inglese.
O escondelo en el placar
por si volvemo a Malvinas
a ricuperar la tierra
que hace más de un siglo y medio
nos manotió el puto imperio.
Por otro lao mezclá
cinco güevos en un bol
donde además dentre bien
el preparao anterior.
Revolvé entonce la papa,
la cebolla con los güevos
y el perejil bien picao.
Ahura le toca a la sal,
la pimienta y si querés
un toque de curry echale
a esta tortilla florida
que me ha quitao la rima.
Y no se te vaya a dir
la mano en el condimento,
así que tenete en cuenta
que si te pasás de curry
arruinaste la faena.
Toda la mezcla tirala
sin miedo en otra sartén,
que tiene que estar caliente
esperando lo que venga
con una cuchara grande
de mantequita o aceite.
Al fin te toca esperar,
con juego no muy potente,
quel güevo se ponga duro
o cuaje, como decía
mi agüelita la Maruja
en el lenguaje más puro.
Llega entonce el momento
más crucial de una tortilla:
se da güelta con ayuda
de un plato o, si se sabe,
se tira al aire y que gire
y caiga del otro lao.
No quiero ser fanfarrón
pero yo la lanzo al cielo
y ella da tres güelta y media
y yo la espero bien firme
arrodillao como puedo.
Dispués esperá que cueza
y la servís a los críos
siempre hambrientos de tu mesa…
Y vos, pa felicitarte
te abrís una fría cerveza
o le das un trago e pico
al tintito desta fiesta.
“Ahijuna”, dijo mi china
cuando me vio terminar
y salir de la cocina
vestido con delantal,
gorro blanco y alpargatas,
Y siguió medio asombrada:
“Degüélvanme al payador
que yo no quiero vivir
con un tipo que se viste
como la Maru Botana”.
Y acá termina en resumen
cómo se hace una tortilla,
más fácil que conseguir
entrada pa la Vendimia.
Abril de 2012
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