"Virtudes es lo que queremos; es verdad que el oro no nos hará más opulentos pero las virtudes nos harán más libres y de consiguiente más felices". Juan Gualberto Godoy (1793-1864)
El tema e la minería
es para sintonía fina,
pues si me dan a elegir
prefiero siempre una mina.
El problema es que las damas
consumen demasiada agua:
yo tenía una noviecita
que era enferma e la piragua.
Pero el agua se derrocha
no solo en la minería:
hay gente que con manguera
gasta mil litros por día.
Mejor vayamo al carozo
o al hueso de la cuestión:
minería contaminante
es sinónimo de lucro:
los gringos ponen las bombas,
dispués se llevan la torta
y nos dejan el cianuro.
Pero también hay que ser
realistas y no decirle
que no a toda minería,
Y luchar pa que haya leyes
que protejan nuestra agüita.
Esto es muy elemental
me dirán los muy letraos
y el problema es justamente
que lo elemental más puro
que es el agua subterránea
se la pasan por el culo.
Marchemos en la Vendimia,
por las calles, por los cerros,
contra proyectos mineros:
que vuelvan a sus países
a ensuciar como les guste
el agua de sus tomeros.
Acá la queremos limpia,
pura, bella y cristalina.
Y si se pone crispao
la apretamo a la Cristina.
La javie está más picante
que tabasco mejicano,
da discursos de tres horas
pa que te duela el pie plano,
si lo avistea al San Jorge
te lo corre a carterazos.
No soy ingenuo, que todos
hacen negocios con minas,
por eso yo les repito:
metanlé sintonía fina.
Los se que gastan más agua
que toda la minería
son las bodegas benditas:
vaya si no contaminan.
Habrá que poner entonces
los puntos sobre las íes,
porque si nos falta el vino,
porque no cuidan el agua,
corremos el serio riesgo
de quedarnos sin manyines.
No me imagino una fiesta
sin un tintito en la jarra,
así que a aflojar muchachos
con los efluentes del vino:
si ustedes no cuidan lagua
nosotros los perseguimos.
Marzo de 2012
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