El trabajo es cosa buena,
es lo mejor da la vida;
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno.
Unos trabajan de trueno
y es para otros la llovida.
(A. Yupanqui. El payador perseguido).
El asunto sindical
es tema muy peliagudo,
pero soy gaucho social,
me afilio y dispués discuto.
Ya se sabe que maestros
y salú tienen en vilo
a cada gobierno e turno,
para la fiesta del vino.
El gobierno siempre alega:
“presupuesto no es de goma”,
Y el sindicato replica:
“¿cómo estiramos la sopa?”
Allí vienen enfilaos
Del Popolo y Raquel Blas,
Dagfal, Lorite y don Macho.
Si no firman algo digno
arrancan a los coscachos.
Para ser sindicalista
tenés que tener muy claro
tu guión, tu rol, tu reclamo,
porque más allá de todo,
paritaria es gran teatro.
Son los mejores actores
los que sacan más tajada.
Y si no mirá en salú:
buena guita asegurada.
Pero primero se paran
los hospitales un mes
pa que la gente caliente
y el gobierno reapurao
en vez de 2 ponga 3.
Es un viejo mecanismo
que siempre funciona e diez.
El gobierno tiene plata,
si la pone, todo bien.
Y maestros y enfermeros
vuelven al yugo otra vez,
aunque la inflación les morfe
la lucha de todo un mes.
Con los pobres golondrinas
pasa algo parecido:
si no lloran no se aumenta
la ficha por tacho e uva.
Ya se sabe que el patrón
siempre la saca ganando
y el labrador de la tierra
termina igual embromao.
Ansí que güeno, será cosa
de seguir tirando el lazo,
porque no esiste empresario
que no quiera enriquecerse
a costa de sus empleaos.
No todo lo que brilla es oro
en nuestra industria del vino,
la hipocresía, ya sabemos,
se envasa en tubos de tinto.
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