Primera impresión tras una breve visita a la mole cultural de Guaymallén.
Ta güeno el centro Le Parc,
me dijeron mis compadres,
parece un shopin letrao,
y más con la Feria el Libro
en el San José projundo
al lao del ferrocarril
no sé si no será mucho.
me dijeron mis compadres,
parece un shopin letrao,
y más con la Feria el Libro
en el San José projundo
al lao del ferrocarril
no sé si no será mucho.
Ansí que me jui nomás
en la Renola caliente
que le falla el filtro de aire
y no tengo ni un centavo
pa cambiarle ni el aceite.
Ahijuna, llegué de noche
y había una proyesión
sobre las mesmas paredes
del oneroso edificio:
“es maping”, me dijo un criollo,
pa mí que era cine, y listo.
Tiene salas de colores
muy bonitas y alfombradas
baños arriba y abajo,
un bufet bien colorinche
y un colgante rojo juerte
que vamo a ver cómo hacen
cuando haiga que plumerearlo,
porque está muy bien el arte
pero hay que hacerse cargo
de lo que viene dispués
que la ispiración se pase.
De puro curioso jui
a escuchar a unos poetas.
Qué cosa linda los versos
dichos ansí en el silencio
de las salas alfombradas,
más que poesía, parecen,
oraciones bien rezadas.
Es cierto, muy poca gente
asistió a esos recitales,
y los poetas, muy serios,
tragaron saliva igual
y lanzaron sus verseos
pa conjurar tanto mal.
Pa colmo, muchos gilunes
no apagan los celulares,
y entonce, en medio e un verso
suena un rintón que te saca
del estupor de la lírica
y qué querés que te diga
si dejan entrar allí
a gente que no rispeta
ni a la mesmita poesía.
"Qué lindo lugar", me dije,
"pa tirarse unas payadas",
pero güeno, por ahora,
el Le Parc no le abre puertas
a este criador de palabras.
Lo que no me gustó mucho
son unos jóvenes todos
disfrazaos de holandeses
que te guían y te ayudan
pa que si andás distraído
no te quedés dando güeltas
como choco entre la gente.
Digo, no somos tan nabos
los menducos culturosos
que necesitemos alguien
que nos diga dónde está,
dónde lee o dónde canta
el que aparece en la tele.
Pero güeno, son las cosas
del mundo contemporáneo
pa las riuniones sociales:
poner gente en todos laos
y hacerse los serviciales.
Ojalá este nuevo espacio
sirva pa quel arte propio
antes quel tráido de ajuera
brille con todas sus luces
y en Mendoza se disfrute
la cultura popular,
recemos que en el Le Parc
todos tengan un lugar.
Y me cansé de dar güeltas
entre tantos holandeses,
ansí que rumbié pal Larry,
restorán de San José,
en la Mitre, mano oeste,
que ofrece el “Lomo Le Parc”,
mentao ansí, me parece,
porque trae tanto picante
que los colores te crecen.
en la Renola caliente
que le falla el filtro de aire
y no tengo ni un centavo
pa cambiarle ni el aceite.
Ahijuna, llegué de noche
y había una proyesión
sobre las mesmas paredes
del oneroso edificio:
“es maping”, me dijo un criollo,
pa mí que era cine, y listo.
Tiene salas de colores
muy bonitas y alfombradas
baños arriba y abajo,
un bufet bien colorinche
y un colgante rojo juerte
que vamo a ver cómo hacen
cuando haiga que plumerearlo,
porque está muy bien el arte
pero hay que hacerse cargo
de lo que viene dispués
que la ispiración se pase.
De puro curioso jui
a escuchar a unos poetas.
Qué cosa linda los versos
dichos ansí en el silencio
de las salas alfombradas,
más que poesía, parecen,
oraciones bien rezadas.
Es cierto, muy poca gente
asistió a esos recitales,
y los poetas, muy serios,
tragaron saliva igual
y lanzaron sus verseos
pa conjurar tanto mal.
Pa colmo, muchos gilunes
no apagan los celulares,
y entonce, en medio e un verso
suena un rintón que te saca
del estupor de la lírica
y qué querés que te diga
si dejan entrar allí
a gente que no rispeta
ni a la mesmita poesía.
"Qué lindo lugar", me dije,
"pa tirarse unas payadas",
pero güeno, por ahora,
el Le Parc no le abre puertas
a este criador de palabras.
Lo que no me gustó mucho
son unos jóvenes todos
disfrazaos de holandeses
que te guían y te ayudan
pa que si andás distraído
no te quedés dando güeltas
como choco entre la gente.
Digo, no somos tan nabos
los menducos culturosos
que necesitemos alguien
que nos diga dónde está,
dónde lee o dónde canta
el que aparece en la tele.
Pero güeno, son las cosas
del mundo contemporáneo
pa las riuniones sociales:
poner gente en todos laos
y hacerse los serviciales.
Ojalá este nuevo espacio
sirva pa quel arte propio
antes quel tráido de ajuera
brille con todas sus luces
y en Mendoza se disfrute
la cultura popular,
recemos que en el Le Parc
todos tengan un lugar.
Y me cansé de dar güeltas
entre tantos holandeses,
ansí que rumbié pal Larry,
restorán de San José,
en la Mitre, mano oeste,
que ofrece el “Lomo Le Parc”,
mentao ansí, me parece,
porque trae tanto picante
que los colores te crecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario