domingo, 28 de abril de 2013

Los trece asaltos de «Maravilla» Martínez


El payador se las tira de comentarista deportivo, aprovecha una velada boxística para criticar a los «colegas» y aventura que la pelea Martínez-Murray estaba arreglada.


Cuánta tristeza le da
a este verseador ligero
comprobar que la verdá
suele ser una estranjera
en el mundo del boseo.

Al menos anoche jue
más que evidente este aserto
cuando vimos que ganaba
el hombre que había perdío
y los jueces se la dieron.

El tan mentao Maravilla
Martínez, para más datos,
se comió las güenas piñas
de un inglesito potente
que lo sentó bien de traste
ante miles de asistentes.

De muy poco le sirvieron
tantas palabras al Sergio
que caminó la semana
vendiendo su maravilla
de espetáculo y boseo:
Bajo Fondo y Calle 13
de mucho no le sirvieron.

Si esto es triste –porque naides
que sea argentino disfruta
perder contra los inglese–,
más triste y digo hasta grave
es leer al periodismo
no animarse a decir claro
quel fallo jue un alevoso
y más bien terrible afano.

Parece que los negocios
que se armó don Maravilla
les pusieron la mordaza
a los grandes colunistas,
que dan el grito en el cielo
y se hacen los justicieros
cuando a un púgil argentino
le roban todo su esjuerzo.

Esta vez jue al revés:
le robaron al inglés,
que terminó la pelea
con la cara relimpita
y enfrente a la Maravilla
le sangraban las patillas.

Entonces, pa quedar bien,
los periodistas dijeron
que Murray estuvo cauto,
que no se animó y entonce
no merecía la corona
y cosas de este tenor:
es que siempre el cagatinta
termina hallando palabras
pa justificar con ellas
las mentiras que convoca.

Más bien me parece a mí
–y quisiera equivocarme–
que el Murray no lo noquió
al Sergio porque el asunto
estaba bien arreglao:
le dijeron al inglés
más juerte que un algarrobo:
«vos vení pa la Argentina,
poné el rostro, cobrá bien,
pero la pelea la gana
aunque sea y como sea
sin duda la Maravilla».

Si no, no hay esplicación
ni naides puede creer
que el inglés no haya seguío
tirando piñas, si estaba,
muy entero y bien parao
y el loco del Maravilla,
se caía y se quejaba
y se notaba cansao.

Ni mentemos a los jueces
que sumaron los asaltos
vaya a saber de qué modo,
pa dar ganador el hombre
que les pagó los contratos.

Pero como soy un criollo
que saca sus conclusiones
quiero decir que no jueron
doce asaltos los de anoche
sino trece, con el fallo
que dio ganador al hombre
que se hizo el más gallito,
pero esto no jue más
que otro de tantos delitos.

Ya me despido, toy triste,
porque jui ingenuo otra vez
y volví a creer en alguien
que me vendió maravillas
y risultó puro humo
de juegos artificiales
bajo la lluvia, en Liniers.



Abril de 2013
















2 comentarios:

  1. Lo de la mano destruida
    se sabía de ante-mano...
    Lo que cuesta y cuesta mucho
    es creer que los tres jueces
    le hayan dao ganador
    cuando perdió por afano.

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