miércoles, 13 de marzo de 2013

Vas a tener que remar mucho, Francisco

En medio de un clima que va de la euforia y la sorpresa a la indignación, el payador reflexiona sobre el nuevo papa.



A la flauta, qué sorpresa
tener al Pancho primero
istalao en el Vaticano
en el lugar de San Pedro.

Qué papita te ganaste
Jorgito de Güenosaire,
por fin un lugar acorde
pa un cura callado y duro
que pone cara de santo
y se hace el pobre y el puro.

Que los prejuicios no opaquen
la alegría del católico,
ya lo teníamos a Dios
(el mesmito Diego Armando)
y ahura tenemos al papa:
quién puede dudar al fin
que el Cielo es bien argentino
y que ahura atiende en la pampa.

En este contesto santo,
será grave pues y entonce
que la justicia no juzgue
en vida a los miserables
que hicieron la vista gorda,
buchonearon y callaron
y mandaron muy al muere
a curas tercermundistas
cuando Bergoglio era joven.

Es una gran paradoja
tener que ponerse triste
cuando triunfa un argentino
pero sabemos, señores
y señoras muy creyentes,
que este curita no es progre
y es difícil que autorice
el casamiento entre curas,
el final del celibato
o el aborto no punible.

Y que el muy pícaro y bravo
se quiera llamar Francisco
suena más a una ironía
que a un mensaje de humildá:
se sabe que el Vaticano
amasa buena papota:
es fácil hacerse el pobre
cuando el dinero te sobra.

Pancho primero, te digo:
vas a tener que remar
bastante para borrar
esa imagen de curita
que arregla con todo el mundo
mientras el cielo se cae
y aplasta al necesitao
mientras la iglesia la goza
del lao del más pintao.

Ponele furia, Francisco,
jugatelá si sos gaucho,
tribuna te va a sobrar
si se te ocurre sembrar
una Iglesia más realista,
seré el primero en la lista
de los muchos que te aplaudan
si combatís la pobreza,
la injusticia y el dolor
con algo más que palabras.


Marzo de 2013

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