El
payador inaugura el 2013 retomando su moral taxativa.
Güenas y
santas a todos.
Acá estoy como si nada
otra vez frente al teclao,
dispués de unas vacaciones
que me dejaron pelao.
Digo, entonces, y primero,
que estoy muy agradecío
de poder seguir a flote
en tiempos tan embromaos
que nos obligan a todos
a cuidar cada centavo.
Ya mantener un laburo
no parece más milagro
pero la pobreza sigue
matando a la raza humana:
por más que algunos flotemos
no debemos olvidar
a los que están bajo el agua.
Está clarito quel mundo
sigue siendo un gran naufragio,
los problemas son los mesmos
y los garcas están sanos.
En este contesto macro,
quiero aclarar que no compro
ningún modelo prestao,
que no amo a la Cristina
pero tampoco reniego
de lo güeno que ha aportao.
Cruzando la pampa húmeda
pude volver a oservar
que los dueños del país
parece que están intatos.
Yo quiero reforma agraria
y el fin de los alambraos,
si la tierra es de unos pocos
seguiremos en el barro.
Agarremos las tijeras,
alicates y tenazas
y empecemos a cortar
una a una las barreras
entre los seres humanos.
Cuál puede ser, me prigunto,
la felicidá del rico,
si está basada en el pobre
que lo mantiene limpito.
Me dirán soy maniqueo
y es verdá, pero estoy viejo
y en tema tan manoseao
los grises no dicen nada:
el mundo sigue partío
entre lo negro y lo blanco.
Y entonces y mientras tanto
yo sigo y sigo copleando
luchando desde estos versos
pa ver si algún sabandija
se contagia, se sulfura,
y lucha pa cambiar algo.
Ahura tengo que cortar:
ya me voy para el sicólogo,
que le tengo que contar
un sueño recontrabravo
que tuve anoche y que casi
me deja el gaznate hachao.
Cuidensé, estimaos letores,
en este año que comienza,
de caer en depresiones
o en euforias mentirosas.
Busquensé un güen equilibrio
(como decían los griegos)
o luchen por encontrarlo,
y no se tiren abajo
pero tampoco le pisen
la cabeza al que está al lao.
Hasta pronto y muchas gracias
por su atención especial,
que una copla sin letores
es carbonada sin sal.
Acá estoy como si nada
otra vez frente al teclao,
dispués de unas vacaciones
que me dejaron pelao.
Digo, entonces, y primero,
que estoy muy agradecío
de poder seguir a flote
en tiempos tan embromaos
que nos obligan a todos
a cuidar cada centavo.
Ya mantener un laburo
no parece más milagro
pero la pobreza sigue
matando a la raza humana:
por más que algunos flotemos
no debemos olvidar
a los que están bajo el agua.
Está clarito quel mundo
sigue siendo un gran naufragio,
los problemas son los mesmos
y los garcas están sanos.
En este contesto macro,
quiero aclarar que no compro
ningún modelo prestao,
que no amo a la Cristina
pero tampoco reniego
de lo güeno que ha aportao.
Cruzando la pampa húmeda
pude volver a oservar
que los dueños del país
parece que están intatos.
Yo quiero reforma agraria
y el fin de los alambraos,
si la tierra es de unos pocos
seguiremos en el barro.
Agarremos las tijeras,
alicates y tenazas
y empecemos a cortar
una a una las barreras
entre los seres humanos.
Cuál puede ser, me prigunto,
la felicidá del rico,
si está basada en el pobre
que lo mantiene limpito.
Me dirán soy maniqueo
y es verdá, pero estoy viejo
y en tema tan manoseao
los grises no dicen nada:
el mundo sigue partío
entre lo negro y lo blanco.
Y entonces y mientras tanto
yo sigo y sigo copleando
luchando desde estos versos
pa ver si algún sabandija
se contagia, se sulfura,
y lucha pa cambiar algo.
Ahura tengo que cortar:
ya me voy para el sicólogo,
que le tengo que contar
un sueño recontrabravo
que tuve anoche y que casi
me deja el gaznate hachao.
Cuidensé, estimaos letores,
en este año que comienza,
de caer en depresiones
o en euforias mentirosas.
Busquensé un güen equilibrio
(como decían los griegos)
o luchen por encontrarlo,
y no se tiren abajo
pero tampoco le pisen
la cabeza al que está al lao.
Hasta pronto y muchas gracias
por su atención especial,
que una copla sin letores
es carbonada sin sal.
28 de enero
de 2013
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