Nacimiento

El payador saluda la llegada de una niña al vecindario dorreguino.

Si vieran al gaucherío
moquiando por una cría,
tipos duros, pelo en pecho,
lagrimeando sin parar
como niños asustaos
en plena maternidá.

Y ansina jue que nació
la Jotapé de Dorrego,
Juana Padilla se llama,
agarrate si sos güeno.

Sucede que cuando nace
un ser, ayuda a los otros
a ser menos egoístas,
y al recordarse la infancia,
las amarguras se endulzan
y el horizonte se ensancha.

Pocas madres habrá visto
este criollo avejentao,
tan discuestas a la crianza
como Mercedes, quel nombre
te lo ponen y se viene
con corazón y esperanza.

Cachetes rojos la Juana,
llanto sensible la pioja,
parece questá mañosa
y arrancó bien tempranito
pa desvelo de los padres
y de sus seis hermanitos.

Pero güeno, ansí es la vida,
como ha señalao el padre,
un crío es un gran respiro
pal saqueo cotidiano,
miserables no dan tregua
con su pobre mezquindá.
Por suerte acá en Dorrego
estamos parapetaos
contra un sistema muy cruel
que cada día pretende
afisiarnos sin cuartel.

Se agradece pues, entonce,
que hayan tenío el coraje
de aportar una soldada
a la lucha popular.
Que siempre se necesita
sangre nueva pa salir
a buscar y como sea
cada vez más libertá.

Bienvenida pues Juanita,
vamos tranqui por la sombra,
usté disfrute, mijita,
y cuando tenga que ser,
tome la posta, que quedan
muchas cosas por hacer.

Setiembre de 2012